1. HABLA DEL TEMA

Tratar la muerte como un tabú  puede complicar el proceso. Por complicado que resulte, siempre es mejor hablar sobre la pérdida y cómo nos hace sentir.

Evitar el tema no hará que duela menos. Por el contrario, hablar de cómo nos sentimos puede tener un efecto terapéutico a largo plazo.

Es importante respetar el momento en que la persona esté preparada para hablar acerca de sus emociones y pensamientos.

Puede escribir un diario, una canción, un poema o hacer un tributo con fotos de su ser querido.

2. PARTICIPA EN LOS RITUALES

Los memoriales y funerales son momentos para estar con otras personas que también han sufrido la pérdida. Pueden ayudarnos a sobrellevar los primeros días y afrontar el duelo.

Son formas de honrar a la persona que partió y despedirnos.

Facilita la expresión emocional y el desahogo.

Simbolizan el fin de una etapa de nuestra vida y el inicio de otra.

3. ACEPTA TUS EMOCIONES

Acepta los sentimientos que tienes en lugar de pensar que «deberías» sentirte de otra manera.

Tómate el tiempo que necesites para elaborar el duelo.

El proceso es diferente en cada caso y no podemos forzarnos a superarlo más rápido sólo por ahorrarnos el malestar que conlleva la pérdida.

4. CONSERVA RECUERDOS

Nos ayudará a tener siempre presente a esa persona y agradecer que formara parte de nuestra vida, integrando en nuestro día a día sus aportaciones y honrar su recuerdo.

El amor y la gratitud pueden ayudarte a atravesar este momento.

Son muchas las actividades que podemos realizar a título personal para recordar a la persona fallecida, como por ejemplo:

-Plantar un árbol

-Leer algún pasaje de un libro especialmente significativo

-Cumplir alguna promesa hecha a esa persona

-Participar en algún evento que tenga un significado sentimental

-Preparar una caja o una carpeta de recuerdos con cosas de la persona fallecida

-Escribir una carta con las cosas que te hubiera gustado decirle.

5. BUSCA APOYO

Algunas personas tienden a aislarse socialmente por la aflicción.

Para superar el duelo es necesario salir y realizar distintas actividades en vez de centrarnos en el dolor y mantener el contacto con otras personas.

Puedes recibir apoyo de tus familiares, amigos o personas que estén presentes en tu día a día.

Los psicólogos y grupos de apoyo enfocados en el duelo también pueden ser de ayuda.

«Y un día sin darte cuenta te vas sintiendo mejor, no totalmente feliz, peri sí más segura, menos triste y más completa; y así es como empiezas a reconstruir cada una de tus ruinas, paso a paso y cerrando heridas. Y un día sin notarlo desaparecen las lágrimas, la frustración y los miedos; y así te vas dando cuenta que después de la tormenta siempre hay vida» – J Wailen.